Un vivienda para un apasionado de los coches y la mecánica y su familia en una ladera próxima al río Aguanaz.

El programa se ordena en cuatro semi-niveles que se transforman en dos alturas al exterior atenuando la presencia de la vivienda de grandes dimensiones.

La vivienda se adapta al terreno y se abre hacia el jardín prolongando los espacios interiores más allá de los cierres perimetrales a través de los porches dispuestos a sur y que ayudan a controlar la entrada de luz y la incidencia solar.

El garaje, se transforma en taller y espacio para coleccionar. Desde el garaje, los niveles superiores se ordenan alrededor de un patio de luz (ubicación prevista para un ascensor si fuera necesario en el futuro). La zona de día da paso visual y físicamente al nivel destinado a los hijos, reservando la zona más privada y exclusiva a las dependencias de los padres.